Este blog ha sido ideado para plasmar en palabras los grandes y pequeños acontecimientos que van apareciendo en nuestra vida. Tal vez muchos vayan dirigidos a ti, lector conocido. O tal vez a ti que, aún pensando que me conoces, nunca lo has hecho

lunes, 19 de marzo de 2012

Esa llanura...

A escasas veinticuatro horas de decir hasta luego al general invierno, perdón, este año sargento y de poca monta, miro atrás y encuentro menos lastres en mi globo de los que había el año pasado por estas fechas. ¿Mucho mejor no? -pienso.

Es curioso la de cosas que pueden llegar a pasar en un año. Retomar el ejercicio y lo que ello conlleva, escalar el muro del tabaco, retomar el buen hábito de la lectura y, llenar y vaciar el corazón como si fuera un tanque de gas-oil de un automóvil imaginario...

En referencia a esto último, hace no mucho que se ha vaciado el mío. Dejé sencillamente -sin saber muy bien cómo- que alcanzara la reserva sin ningún temor y dejar que se acabara sin más y, por supuesto, no echar más combustible. Se acabó. Con la última gota se fueron todas las impurezas. No había otra manera de hacerlo que por lo menos conozca o me hayan enseñado, lo siento. Dejé de llenar el combustible de lo imposible, y puede también que de lo absurdo. Aunque tratándose de algo irracional cualquier adjetivo se queda corto.
Un mundo nuevo que sigue...

Me hallo pues, tras este incidente maravilloso, sin gota de ese gas-oil y dispuesto a empezar de nuevo. Sentado en la cuneta y con suma tranquilidad -pese a mis momentos locos- diviso otra vez esa llanura como testigo y electo gobierno. Con la cabeza ligeramente inclinada hacia dónde los ángeles nos observan y los ojos cerrados ocultos tras unas gafas de sol, dejo que el viento acaricie mi cara y recorra así el perfecto semicírculo que brota de mi boca de oreja a oreja. Esperando, y esperándote.
¿Dónde están los sueños de verdad?



Mañana llega la primavera, el cielo será más azul, el aire más benigno y creo que estaré más preparado para ganar o perder. También, todo sea dicho, el Real Madrid seguirá gobernando desde la atalaya el Campeonato Nacional de Liga.

¡Ah!, también tengo -¡qué afortunado!- a la mejor amiga que se puede soñar en esta vida y en mil más y, con valentía y toneladas de ilusión, si usted querida amiga mía me lo permite, la cojo de la mano, la aprieto fuerte y con paso firme y sin miedo avancemos juntos en este camino sin soltarnos. ¿Buen plan, verdad? ¿Te atreves?

2 comentarios:

  1. No sólo te lo permito, te lo ruego. Quiero seguir avanzando contigo. Quiero seguir disfrutando cuando ganas y sufriendo cuando pierdes (no me hagas sufrir demasiado, que mi corazón ya no está para muchos sobresaltos).
    Yo he visto cómo llenabas ese tanque de gasoil y también he comprobado (con mucha perplejidad) cómo lo has vaciado. Hemos llorado juntos e incluso hemos tenido algún que otro "encontronazo" por mi impotencia y tu sufrimiento. ¿Sabes?, volvería a vivirlo mil veces más. Porque gracias a ello nos hemos conocido mejor y he podido acceder a ese enorme tanque de gasoil que late bajo tu pecho. Te quiero, amigo mío.

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