Este blog ha sido ideado para plasmar en palabras los grandes y pequeños acontecimientos que van apareciendo en nuestra vida. Tal vez muchos vayan dirigidos a ti, lector conocido. O tal vez a ti que, aún pensando que me conoces, nunca lo has hecho

viernes, 24 de febrero de 2012

Merezco



Siempre me ha encantado interpretar las letras de las canciones que llaman mi atención y, por supuesto, lo hago a mi manera, es decir, intentando que en ellas se refleje mi vida pasada, presente y, como no, futura. 

Desde mi punto de vista la canción “Merezco”, de Zahara, no necesita mucha interpretación. Y es una de mis favoritas de esta exquisita cantante.

“Me lo merezco por tonta”, dice el estribillo, y continua diciendo “no le digas a nadie que no llegué a tiempo…lo merezco”. 

Habla de perder un vuelo, como quien pierde el último tren. Hace referencia a llegar siempre tarde o no llegar a tiempo. A estar en un sitio equivocado en el momento incorrecto. Y explica todo aquello que no va a vivir por haber perdido ese vuelo. Todos sus sueños  se quedan en ese avión que no llegó a coger por no llegar a tiempo. Por seguir unas señales equivocadas y por no hacer caso a las que debería haber seguido.  



A todos nos ha pasado algo así en alguna ocasión. Hemos estado en otro lugar cuando deberíamos haber cogido ese último tren, el cual, muy probablemente, nunca vuelva a pasar. Hemos llegado tarde o, por el contrario, demasiado pronto. Pero… ¿merecemos perder nuestros sueños por ello? ¿Merecemos la desilusión o sufrimiento que sentiremos por perderlo, por haber estado en el lugar equivocado a la hora equivocada? ¿Lo merecemos por haber sido tan tontos de no seguir las señales que nos llevaban a  la felicidad?  

Yo creo que, en la mayoría de las ocasiones, lo merecemos. Porque están a nuestra disposición miles de señales que nos indican la dirección contraria a la que decidimos seguir. Porque sí, porque nos cegamos y ensordecemos ante cualquier paisaje bonito o viento favorable. Pero no nos paramos a pensar en el destino final. Y cuando nos damos cuenta que hemos escogido el camino equivocado, y volvemos al punto de partida, normalmente es demasiado tarde y puede ser que nuestro tren, cuyo billete nos ha costado tanto conseguir, ya haya partido y nunca vuelva. Merezco.

1 comentario:

  1. Aix, merecer o no merecer...

    Yo siempre he creído que hay señales de sobra y que sino las cogemos es porque no nos da la gana de ir por ese camino. En consecuencia, no me cabe en este sentido arrepentimiento por no haber seguido tal y cual señal.
    Además de que a veces tenemos el "rectificar es de sabios". Más oportunidades imposible.

    Muy buena entrada, acompañada de una canción que le viene que ni pintada. ¡Mereces mi felicitación!

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