Este blog ha sido ideado para plasmar en palabras los grandes y pequeños acontecimientos que van apareciendo en nuestra vida. Tal vez muchos vayan dirigidos a ti, lector conocido. O tal vez a ti que, aún pensando que me conoces, nunca lo has hecho

martes, 22 de noviembre de 2011

Momentos


El día catorce
imaginar donde estarás

Ese pan tostado con mantequilla y mermelada
imaginar donde te conoceré

Conducir rumbo al norte
imaginar esos nervios

Comer junto a mi madre
imaginar tu mirada

Acompañar ese pase con la mirada cada semana
imaginar esa sonrisa

Sentarme cerca de la chimenea y perderme
imaginar tus defectos

Estar al lado de mi mejor amiga y verla feliz
imaginar que me chinchas

Los jueves por la tarde
imaginar tus ojos

Mi bicicleta y el silencio que se crea con ella
imaginar cuando me lance

Las tardes de verano fuera de aquí
imaginar esa siempre primera vez



Volver a ilusionarme
imaginarte...




Te emocionas, ríes, suspiras y hasta te cabreas. Es mágica, invencible y oportuna, es sencillamente: la imaginación.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Al otro lado del cristal.

Cuando la verdad demoledora aparece, el mundo puede parecer tan pequeño que no encuentras un lugar donde esconderte. Y enfrentas lo que venga con los ojos bien abiertos, temblando ante la sensación de un frío penetrante y conteniendo la respiración. Nada ni nadie existe, sólo estás tú y lo llenas todo de tal modo que evitas que pueda correr y huir de este miedo que me encoge las entrañas.
No existe nada más, no importa lo que haya unos metros más allá. Sólo estamos tú y lo poco que queda de mí. No veo nada. Apenas respiro. Casi no logro razonar. Parece que tú tampoco lo haces, pero no estoy segura.



Me voy y te dejo al otro lado del cristal. No consigo ver tu rostro porque un vaho oportuno me lo impide. No sé si podré volver a mirarte o por siempre te quedarás varado en mi recuerdo. Y mientras me alejo no dejo de pensar “vete tranquilo, sigue…”


Gracias por la idea pequeñaja. Esta canción siempre me recordará a ti.

martes, 15 de noviembre de 2011

Al galope

Cuando el subconsciente empieza a hacernos daño, es el momento de poner medidas e impedir que salga a la palestra. Buscando una solución desesperada, me he topado con una teoría de Freud sobre la estructura de la personalidad: el ello, el yo y el súper-yo. El ello son los sentimientos más instintivos, los impulsos más básicos del ser humano y la irracionalidad por excelencia. El yo es la racionalidad y el consciente, nuestra capacidad de análisis de la situación. El súper-yo es el “yo ideal”, el principio de perfección y el imperio del deber, de la moral y la conciencia.
Utilizó una metáfora muy interesante para explicar gráficamente esta estructura: el yo es el jinete que rige y frena la fuerza de la cabalgadura; el ello es el caballo que se desboca siempre que puede; el súper-yo es el entrenador, el que recuerda cómo se debe cabalgar.



Mi caballo hace meses que se desbocó y no encuentro la manera de frenarle. Mi jinete ha perdido su identidad y se le antoja imposible volver a tomar las riendas y ser él quien escoja el camino a seguir. Mi caballo nunca deja de ir al galope. Está cansado, pero pareciera que no puede vivir de otro modo. Yo ya no sé quién soy. ¿Lo sabes tú?

domingo, 13 de noviembre de 2011

Caer es permitido, levantarse es obligatorio


Estoy sentado ahí, con la espalda recta y la cabeza firme. Mantengo la mirada sin titubear. Como digo yo, que se note.

Durante ese rato recibo y encajo, aunque bueno, en realidad, encajo y luego lo recibo. No es como otras veces, esta vez ha sido diferente. No reacciono, me siento triste, decepcionado y sin ilusión.




Y me siento afortunado. Todavía poseo algún que otro baúl de los míos, aunque a veces me resista a abrirlo, sé que lo tengo ahí, con su aura brillando más que nunca. Uno se llama Esperanza, otro lo abriré luego...


lunes, 7 de noviembre de 2011

Caída libre

En ocasiones saltamos al vacío porque sentimos la necesidad de tocar y ver qué nos espera en ese abismo tentador y misterioso. Saltamos sin saber que, con toda probabilidad, nos haremos pedazos contra las rocas y no habrá una segunda oportunidad para evitarlo.

Pero puede ocurrir que la vida te conceda un regalo que frene tu caída libre. Puede ocurrir que, a mitad de camino, mires hacia arriba y descubras que algo mucho más hermoso está sujetando tu mano para que no sigas cayendo. Y entonces descubres que no quieres llegar hasta el final y que deseas con todas tus fuerzas que la cuerda no se rompa, y que tire de ti hacia un lugar seguro.



Tú has sido mucho más que una cuerda que me salvó de mi caída al abismo. Has sido el aliento que precisaba cuando ya me faltaba el oxígeno y la tirita que siempre cerraba mis heridas.

Ahora tengo que caminar sola. Pero sé que siempre llevaré en mi mochila esa cuerda que la vida me regaló un mes de octubre.

martes, 1 de noviembre de 2011

Abrirlo


Es un baúl de madera. Fabricado con el material del que están hechos los sueños. Desprende sin pausa su propia luz cegadora. Tan terriblemente atrayente, tan hipnótica, tan preciosa.
En ella guardo sus pensamientos, sus alegrías, sus miedos, su cariño, su amor. Pequeñas porciones de su corazón que intento que no se rallen nunca.

Todo en lo que crees, confías y sientes está ahí dentro.
La amistad es aquello que recoges por el camino y guardas en tu particular baúl de madera.